domingo, 13 de noviembre de 2022

 


VII HOMENAJE “UNA VIDA, UNA FLOR”                                                                                       Manzanares, 29 de octubre de 2022




Buenos días familiares, compañeros, compañeras, amigos y amigas. Gracias por vuestra asistencia y bienvenidos.

 

Un año más nos reunimos en el cementerio de Manzanares para homenajear y reivindicar la memoria y dignificación de nuestros familiares, familiares fusilados tras la guerra civil porque defendieron la conquista de los derechos, las libertades y la democracia tras la implantación de la II República Española en 1931, hombres y mujeres que pasaron de ser hombres y mujeres libres a ser víctimas represaliadas, y nosotros pasamos a ser los familiares de esas víctimas.

 

En el VI Homenaje “Una vida, una flor” 2021 estuvimos, como estamos ahora, ante dos fosas comunes vacías, dos fosas comunes exhumadas, dos fosas que contenían los cuerpos de 34 víctimas represaliadas, hemos conseguido  dignificar a todas las víctimas que las albergaron para darles por fin la digna sepultura que les negaron a nuestros padres, abuelos, tíos, hermanos y  a sus familias, hemos conseguido que por fin sus restos puedan reposar donde las familias lo deseen en cuanto sean identificados.  Fue un año muy especial para nosotros y nosotras, fue un año de triunfo de las víctimas, fue un año de triunfo de los llamados perdedores y de sus familias.

 

Este VII Homenaje “Una vida, una flor”  2022 es otro año muy especial, tan especial que este año 2022  es otro año de triunfo, de triunfo de los llamados perdedores y de sus familias, de triunfo de la historia, de triunfo de la memoria histórica y democrática, hemos conseguido exhumar una fosa común más, hemos conseguido exhumar a 13  víctimas más, que igualmente son nuestros padres, abuelos, tíos, hermanos, hemos conseguido dignificar a 13 víctimas represaliadas más. Mucho camino nos queda por andar, 13 fosas comunes están esperando su exhumación, pero estamos convencidos que ganará la memoria y lo conseguiremos, para nosotros no es una elección, es algo inevitable.

 

Esperamos y deseamos que pronto, aunque para nosotros y nosotras siempre será tarde,  estos homenajes en vez de realizarlos en años venideros ante fosas comunes, los podamos  hacer en el Memorial que a tal fin se ha construido en el cementerio de Manzanares, todos nuestros esfuerzos están dirigidos a que gane la memoria y la dignificación de todas las víctimas.


En este VII Homenaje “Una vida, una flor” 2022, nos acompaña el poeta manzanareño Sergio Simón Rodríguez de la Paz. A finales del pasado mes de septiembre contactamos con Sergio para invitarle a que leyese en este homenaje los poemas de su libro Amargo Regusto, Prosa y Versos para el Recuerdo de la Memoria, aceptó la invitación de forma inmediata, no tuvo la menor duda,  pero además con gran generosidad nos leerá un poema inédito compuesto especialmente para este homenaje. Gracias Sergio.

 Amargo Regusto es la narración de un texto basado en hechos reales acontecidos en Manzanares en la España de 1941, es la historia de Jesús López de los Mozos que a modo de diario dirigió a su buen amigo Francisco Rodríguez de la Paz, abuelo de Sergio, y cuyo texto original nunca llegó a leer Francisco. La lectura de ese diario y posterior narración, le llevó a que se despertará en él su alma de poeta, “para poner el broche final a este trabajo de compromiso social”. En esos poemas tanto a nivel global como a nivel particular nos ofrece su versión de lo acontecido y su amargura por el dolor generalizado que sufrieron nuestros antepasados.

Las vicisitudes de la vida de Jesús que él calificó como “humilde historia”, es una historia más dentro de las muchas historias y vicisitudes sufridas por el resto de jóvenes compañeros que en la clandestinidad intentaron luchar por la libertad arrebatada. La historia comienza así…..


 A pesar del terror imperante en los primeros meses de la posguerra, un grupo de jóvenes activistas e idealistas pertenecientes a las Juventudes Libertarias, CNT, J.S.U y otras organizaciones, constituyeron una asociación clandestina antifascista para de alguna forma oponerse al totalitarismo del régimen vencedor.

Jesús y Francisco se encontraban entre esos jóvenes idealistas.

Las reuniones clandestinas se iniciaron en el verano de 1939 y se prolongaron hasta finales de julio de 1941.

A través de un vil chivatazo y un servicio intensivo de vigilancia, consiguieron detener a la mayoría de los integrantes de ese grupo de resistencia en una rápida redada, las torturas hicieron el resto.

Esta redada de julio de 1941 ha pasado a la historia como la “Muchachada”, la juventud de la gran mayoría de los detenidos le puso nombre.

El joven libertario Ramón Ruíz-Peinado Díaz-Benito consiguió suicidarse tras ser torturado, acompañó a nuestros familiares en la fosa nº 1 de extramuros hasta ser exhumado por orden judicial el 11 de abril de 1968.

Antonio Nieto-Sandoval López-Manzanares, afiliado a la Juventudes Libertarias, se suicidó antes de ser capturado por temor a las torturas. Enterrado en la fosa nº 2 de extramuros fue exhumado el 7 de septiembre de 1978.

Todos los demás compañeros fueron juzgados, condenados y encarcelados. No todos volvieron,  que sepamos, a Vicente Parada Maroto le arrebataron la vida en una cárcel de Madrid.

En el prólogo de Amargo Regusto, Sergio Simón escribe: “terminada la lectura heredada, no tuve ni la menor duda, en que tenía la obligación emocional de homenajear a esta generación de personas”.


El Colectivo Memoria Histórica de Manzanares comparte igualmente esa obligación emocional de homenajear a esos hombres y mujeres activistas e idealistas, que no dudaron en seguir luchando en la clandestinidad por la libertad y la democracia que la II República Española instauró en España. Colocaremos un ramo de flores, y  de forma simbólica lo haremos en las fosas vacías que albergaron los cuerpos de sus dos compañeros, compañeros que durante muchos años al igual que nuestros familiares quedaron atrapados tras la tapia de la vergüenza.

Pero no hay mejor homenaje que leer sus nombres en voz alta, porque al igual que nuestros familiares ellos también son víctimas y forman parte de nuestra memoria histórica, sus nombres no caerán en el olvido. Francisco Romero Poveda – 63 años

Miguel Laguna Saavedra – 48 años

Luz Ferri Domínguez – 35 años

Antonia Cano Ramírez de Arellano – 30 años

Pedro Carrión Moreno – 28 años

Jesús García del Pozo Ayllón – 27 años

Miguel Noblejas Herrera- 27 años

Juan Sánchez Callejas – 27 años

Antonio Nieto-Sandoval López-Manzanares – 27 años

Antonio Pedrazo Sánchez-Carnerero – 26 años

Agustín Iglesias Rubio – 25 años

Ramón Ruíz-Peinado Díaz-Benito – 24 años

Mateo Carrión Rubio – 24 años

José Antonio Martín Matamoros – 24 años

Vicente Parada Maroto – 24 años

Alfonso Díaz-Merino Carrión- 23 años

Gabriel Nieto González – 23 años

Alejandro Izquierdo Camacho – 23 años

Francisco Cano Magán – 22 años

Reyes Lirio Ibáñez – 22 años

Vicente González Nicolás – 22 años

Leandro Aceña Bautista – 22 años

Juan José Caba Pedrazo – 21 años

Miguel Garrido Nieto – 21 años

Pedro José Cano Caba – 21 años

Sebastián Sánchez-Migallón – 21 años

Jesús López de los Mozos – 20 años

Francisco Rodríguez de la Paz – 20 años

Pedro Camarena López – 20 años

Antonio González-Nicolás Guerrero – 20 años

Miguel Guijarro Peña – 20 años

Pedro González-Calero Gijón – 19 años

Juan José Cantero Albandea – 19 años

Antonio Fernández-Pacheco Criado – 18 años

Jesús Porras García – 18 años

Ángel Patón López, edad desconocida

Félix Guerrero Díaz, edad desconocida

 Y finalizamos con las reflexiones del joven poeta Mario Obrero, escritas en el epílogo de su libro de poemas “Cerezas sobre la muerte”.

……“Ese universal reclamo de la memoria se vuelve aún más acuciante, más imprescindible, en los versos jóvenes que habitan un país con 114.226 personas desaparecidas. Hablar de memoria histórica en la España de 2022 no es elección, sino inevitabilidad. Forzosa y elegida labor que busca restituir y reparar los atentados de la ignominia, tarea inagotable y cotidiana de abolir el olvido.”



EN LA HUIDA DE UN VENCIDO

El recuerdo es triunfo de perdedores

 

La triste pena sin rumbo camina,

procesión de sueños deshilachados,

nostalgias en comparsa mortecina,

hacia un destino de anhelos quebrados.

 

El mar y la tierra contemplan su ida

los pasos resisten, el miedo obliga,

llora amada tierra en la despedida,

funde el mar su ola con lágrima amiga.

 

¡Dónde irás pena entre almas harapientas!,

yermas y heridas porque las cortejas,

tristeza andante exhuma escenas cruentas,

pena carcelera que alarga rejas.

 

Cuan sudor a piel, pena a alma se pega,

humedeciendo el paso del destierro,

la esperanza transita ahora ciega,

cuan brillante vela que alumbra entierro.

 

En la escapada el mañana no existe,

la infecta tierra añora de su huella,

el cielo olvida promesa que hiciste,

sordo eco que entre el vacío resuella.

 

Hijos nómadas de la cruel historia,

aquella narrada por triunfadores,

esos que quieren borrar la memoria,

el recuerdo es triunfo de perdedores.

 

 

 

 

 

LA NOCHE CON VELO NEGRO SE VISTE

Carta en la antesala de la muerte

 

La noche con velo negro se viste,

cuando el preso final misiva escribe,

inquieta luna llena a su alma desviste,

es cálida luz que su adiós concibe.

 

Que el nombre no borre de la historia,

la tinta del alma arroja palabra,

reclama el recuerdo de la memoria,

suspirando antes de la hora macabra.

 

Chirriar de cerrojos mengua la calma,

sueño despierto en real pesadilla,

arrastrado cuerpo por la lánguida alma,

entre llantos que a dignidad mancilla.

 

Camiones con remolques de pavor,

comitiva al encuentro de la muerte,

sombría cabalgata de terror,

hacia ese paraje yermo de suerte.

 

¡No me matéis en el camposanto!,

dejad que mi alma muera donde quiera,

morir no quiero ante el hogar del llanto,

dejad esa pena a mi calavera.

 

Nace la alborada y amortaja al reo,

el ciprés se encoje de escalofrío,

cuando escucha agonizante deseo,

grito de rabia que atrapa el vacío.

 

Blanca tapia mural de camposanto,

sangre y plomo a tétricas pinceladas,

de grana se tiñe el vertical manto,

el sol ya alumbra en rojas puñaladas.

 

Esqueletos ateos llenan fosas,

distinciones de eclesial gobierno,

que asfaltan camino de almas con losas,

los huesos nunca pisaron infierno.

 

 

 

Sergio Simón

Del libro Amargo Regusto,

Prosa y Versos para el Recuerdo de la Memoria