Buenos días familiares y amigos/as
Con este acto queremos rendir nuestro más sentido
homenaje a nuestros familiares, que tan arraigados llevamos en lo más profundo
de nuestros corazones, con ello pretendemos rendirles honor y el respeto
absoluto que merecen.
Gracias a todos/as los familiares y amigos/as que
nos acompañaron en este acto.
Llegamos a esta fecha con la alegría contenida de haber exhumado otra fosa más: 13 cuerpos, situados en la fila 6, fosa 1, aún sin entregar los restos
a sus familiares. Aún quedan restos sin entregar de la fosa 1 de la fila 1 (extramuros). Estamos en proceso de licitación del proyecto de exhumación de 5 fosas: Fila 6, fosas 2, 3, 4 y Fila 4. fosas 1, 2, 89
cuerpos en total. Para las 8 fosas restantes, que quedarían por exhumar, ya hay proyecto y presupuesto.
A continuación, el texto escrito por de Ana Isabel Blázquez Mantegas, en representación de la familia de José Mantegas Lorenzo, leído por Pilar García-Pozuelo ya que ella no pudo asistir.
Buenos días, en primer lugar, gracias por dejarnos
formar parte de este octavo homenaje a las víctimas del franquismo, a nuestras
víctimas.
Por eso y para que nuestros familiares estén orgullosos de nosotros estamos aquí, para decirles que los que quedaron vivos no se olvidaron de ellos, y nos enseñaron a los que vinimos detrás, que al igual que ellos estuvieron luchando por su libertad y por la nuestra.
Una víctima una flor, bonito lema, muy bonito, pero disculpadme si yo digo una víctima y mil flores, que se llene todo de flores, que se vean muchas flores por cada uno de los que fusilaron para hablar de historia, la de verdad, no la que los verdugos contaron, que sin duda alguna para nosotros no es la cierta. Que se llene todo de flores que hablen.
Para terminar, además de honrar a todas las personas que arrojaron a estas fosas como si fueran alimañas, pedir justicia para que podamos identificarlos y darles una sepultura digna, escribiendo sus nombres y leyéndolos en voz alta y clara, también me gustaría hacer una mención especial a madres, padres, esposas, hermanos, hermanas… a todos los que nos contaron la historia para que estas muertes, como muchas otras, no quedaran en el olvido. En nuestro caso gracias a la abuela Mercedes y a sus tres hijas, Mercedes, Josefa e Isabel.
Gracias por todo lo que estáis logrando, que podamos participar más veces en estos homenajes y en todo lo que esté en nuestras manos. Muchas gracias.
Ana Isabel Blázquez Mantegas, en representación de la familia de José Mantegas Lorenzo.
Azuqueca de Henares 7/octubre/2023
Texto
de
Estimados amigos, estimadas amigas:
Convendréis conmigo en que cada una de nuestras
vidas es única y, por tanto, extraordinaria. Las circunstancias que nos rodean,
las decisiones que vamos tomando, van haciendo que cada uno recorra su propio
camino.
Sin embargo, a veces, esos caminos confluyen. Y por eso podemos decir que nuestras vidas tienen algo en común. Algo que hace que hoy estemos todos juntos, aquí, en el cementerio de Manzanares. Nuestras vidas podrían haber sido muy distintas. Sin embargo, un hecho trágico, el asesinato de uno de nuestros antepasados, segó su vida y quebrantó las de todos sus seres queridos: padres y madres, esposas, hijos e hijas…
En nuestro caso, nuestro abuelo Francisco dejó
viuda y nueve hijos. Tuvieron que irse de La Membrilla y se asentaron en
Aragón, con otros muchos obligados a emigrar y dejar sus casas. A nuestra
abuela se le dio la oportunidad de quedarse si firmaba que su marido había
muerto de muerte natural. Se negó. Es un claro ejemplo de valentía, de
dignidad, de honestidad… Nuestro homenaje a todas las mujeres que, además de
heroínas, han sido conductoras del recuerdo y de la Memoria.
Vuestras historias serán historias parecidas.
Dicen que intentar recuperar a nuestros seres queridos es abrir heridas. No, nosotros no abrimos ninguna herida. La única herida que puede abrirse es la de sus conciencias, las de aquellos que pisan los suelos del Congreso y del Senado y aún no han condenado los viles crímenes que cometieron los suyos: un cruento, ilegal y criminal golpe de estado y todos los crímenes que cometieron después. Y nunca debemos caer en la equidistancia del argumento “Todos cometieron errores”. Si todos han sido culpables, al final nadie es responsable. Nuestro país no necesita más silencio, más miedo y más olvido, lo que necesita es VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN.
Estamos hoy aquí para recordarles, para honrarles y
para decirles que SU causa es NUESTRA causa; estamos aquí para agradecerles su
legado; estamos aquí para decirles que aquel día que enterraron sus cuerpos no
murieron del todo porque siguen vivos en nuestro recuerdo. Así pues, GRACIAS a
todos ellos.
NOTA: No queremos acabar sin mostrar nuestro más
profundo agradecimiento a todas las personas que hacen posible estos
encuentros; a todos y todas que han trabajado tan duro para que nuestra
esperanza de recuperar a nuestros seres queridos siga intacta; a todos y todas
que nos han regalado buena parte de su tiempo en gestionarlo todo. GRACIAS.
María Isabel Bellón Pintado
MALDITO OLVIDO
olvido lo que aprenden,
y entre silencios,
me miro en mis adentros.
¿Vacío? No, sin recuerdos.
¿Dónde están mis años?
Maldigo esas olas, esos vientos
que los traen y se los llevan.
Pero aún existo.
Lo que importa no es lo que recuerdo;
lo que importa es que me recuerden.
Yo me ausento
pero estoy presente… en ellos.
TIEMPO
Tiempo… demasiado tiempo,
tanto
tiempo ahí tapados,
tapados
con tierra y cal,
para
que el tiempo haga su trabajo;
para
que no podamos encontraros,
pero
ya ha llegado el tiempo,
y
es el tiempo de sacaros…
el tiempo que tanto y tantos esperábamos.
Pero
ya ha de pasar poco tiempo,
para
que volváis a salir a la luz,
a la luz que durante tanto tiempo, demasiado,
unos
verdugos infames os arrebataron,
en
tiempo de felonías y engaños,
con
su justicia de sables y disparos,
en
tiempo de sádicos jueces uniformados,
con
verdugos a sus órdenes,
tiempo
de verdugos con armas del pueblo armados.
Y
aunque ya corrió mucho tiempo,
tiempo
que muchos no conocimos,
ahí
están, y ahí estuvieron nuestros mayores,
contándonos en silencio lo sufrido,
tragándose muchas lágrimas, por añoraros, tanto,
por
eso, aquí y ahora, en este tiempo, seguimos estando,
con
frío o con calor, a seguiros recordando,
esperando
con ilusión…
ese
tiempo de acoger vuestros restos entre nuestros brazos.
Domingo Labián
Poemas del libro Amargo regusto. Prosa y Versos para el Recuerdo de la Memoria de SERGIO SIMÓN
ILUSIÓN NIÑA PRENDIDA
Por el vientre
de la llaneza nace,
labriego niño de
esperanzas dueño,
en la cuna de la
pobreza yace,
el callo de un
jornal mece su sueño.
Si ríe cualquier
hambre se evapora,
paternos sudores
llenan las sopas,
papilla de
esfuerzo que se elabora,
a amargos tragos
en vacías copas.
el mundo cabe en
caja de cerillas,
ilusión niña que
en el mañana arde,
ceniza abona el
surco que aran trillas.
Labranza hace
que niñez se derrumbe,
sembrado
infinito por horizonte,
la llana mirada
yerma de cumbre,
frustra su sueño que vive en el monte.
que sosiegan el
vacuo costalillo,
los campos de
trigo cuan batallones,
la hoz degüella
al soldado amarillo.
Jofaina de paja
y el sol de escudero,
gotea la frente
empapando el suelo,
señala tierra
que marca el sendero,
en comparsa al
entierro de un anhelo.
NIÑEZ Y GUERRA
Niñez y guerra razón bombardea,
candidez ungida
en pólvora y pena,
lactante
infierno por cuna pasea,
y en su visita a
la raza condena.
Los niños,
diminutas oquedades,
de luz entre
escombros de una miseria,
vergel entre
eriales de crueldades,
espontánea risa
ante estampa seria.
La risa entre
nanas de sangre y fuego,
sólo silencian ante obús en estruendo,
niños a los que extirparon el juego,
y en yugo de entorno ellos siguen riendo.
Coleccionan las vainas de metralla,
y esconden al rugir de sirenas,
grita el espacio que alegría acalla,
aullidos liberan hordas de penas.
Adultos niños en cuerpos menudos,
hombres hechos a golpes de culata,
víctimas de corazones con nudos,
que ahorcan sus sueños de forma ingrata.
¿Quién pone el cepo a la risa de un niño?,
amputando en alma su tierna infancia,
privándonos de ese inocente guió,
haciendo infinita su corta distancia.
Sentid lo que ha de sentir ese crío,
cuando la luz de su llama se apaga,
mirada muerta cuan telón umbrío,
semblante sin brillo que sombra traga.
Diréis que lícita es canallada,
que a la inocencia le siega las alas,
el alma languidece desgarrada,
por plomo de vuestras malditas balas.
Hablad con las madres huérfanas de hijos,
os maldecirán desde sus entrañas,
mujeres que el rencor hizo amasijos,
de odio, despojos de viles hazañas.
Si ya sé que tu entraña está podrida,
pues el odio agrietó tu alma anodina,
hiciste un barbecho de amor en vida,
tu existencia ahora insomne camina.
Niñez y guerra, sentir sin sentido,
amor y odio, imposible, pero cierto,
triste enlace por hombres concebido,
mata al mundo y sólo habitará muerto.
POETAS Y GUERRA
La herida tierra escupe a borbotones,
sangre que afina voz de ruiseñores,
desde sus entrañas nacen legiones,
que se baten en su lecho de horrores.
Desde sus aladas plumas se elevan,
melodías que suenan entre llantos,
sonajeros que entre ráfagas llevan,
haz de sosiego en tormenta de espantos.
El poeta se hace pájaro en guerra,
alzándose donde el hombre no llega,
ve la sangre que brota de la tierra,
y con versos de esperanza la riega.
En la oquedad de la tormenta vuela,
y el hálito de sus alas resuena,
sonríe el sol que entre briznas se cuela,
destella risa que al trueno serena.
Vuela en la tormenta y despierto sueña,
vuela y sus libres versos aletean,
vuela que la orbe se queda pequeña,
cuando los cielos de pena bizquean.
El silencio de un fusil el canto quiebra,
enmudece el cielo, en pausa desespera,
la tierra amiga por garganta enhebra,
poesía de libertad pregonera.
No hubo estrella cautiva en el firmamento,
Ni se alzó jaula alguna en el universo,
¿Quién pretende encerrar el viento,
que conduce en su lomo el libre verso?
Poema escogido y leído por José Luis Bellido de JUAN CARLOS VALLE (KARLOTTI)
Karlotti nació en Maside (Lugo). Poeta, viajero, agitador, siempre en una órbita de vanguardia, lúcida y militante, abrazado a la esencia de la vida descalza y libérrima. Formó parte de movimientos políticos y literarios de León y Valladolid. Marinero de agua dulce, juglar, poeta, clandestino, santo y seña de una generación perdida.
Este poema profundiza en los sentimientos producidos por la memoria de todas las víctimas represaliadas de una forma sensible y sin concesiones, y lo he elegido porque creo que es el sentimiento que marca el camino de los hombres y mujeres que forman parte de las Asociaciones para la Recuperación de la Memoria Democrática.
Sus poemas han sido recitados en muchos encuentros parecidos a éste en Aragón, Castilla León, Galicia…
POEMA DEL OLVIDO
El olvido es una
muerte que te golpea como un rayo,
una pesadilla
que no sabe del día y de la noche,
una lápida
estéril que contradice tus ojos.
El olvido es un
enorme cementerio,
Una sementera
del crimen.
El recuerdo nos
involucra, nos amplía, nos desdobla,
hace de la
memoria un vigía insomne
que levanta el
mapa de todas las derrotas.
Si te espanta el
dolor
tendrás amnesia
del mañana,
si no recuerdas
mis nombres.
Los recuerdos no
son dolorosos,
doloroso es
callar, silenciar, amordazar,
expulsar del
corazón la vida que nos sueña
romper la leche
contra la tierra sin nombre
enterrar a los
vivos en el estampido del olvido.
El asesino se
especializa en la memoria de sus pasos
Las víctimas
solo viven si las hospedas en tu recuerdo
Nuestros muertos nos visitan con las manos llenas
¿Qué sería sin su memoria esta tarde tan larga?
Sin la memoria
de los que nos preceden
en los adorables
naufragios,
seríamos
marineros sin barcos,
sin rónseles en
los ojos
ni flores de los
vientos en los ojales del alma.
Y levantarte
cada día como si el mundo te llamara
y no como un
paria expulsado de la vida.
Sólo los muertos
no guardan recuerdo de los muertos
Los recuerdos
nos arman para inventar regresos
para no sucumbir
a la mediocre cosecha de la codicia y de la trampa,
a la escombrera
hedionda del que amasa muerte
hasta hacer de
su vida un cementerio de oquedades.
La memoria hace
imposible ser muertos vivientes.
Y sabemos que no
hay canto que se silencie si el silencio habla.
Encendamos el
sol cada día
para hacer el
pan de justicia bajo el árbol de los vuelos.
Los que somos
libres, sin permiso de nadie y sin dueños
si compartimos
la palabra y el techo, la resistencia y la risa,
jamás
masticaremos el olvido
ni con los
párpados de soñar la tierra.
Juan Carlos Valle (Karlotti)
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