lunes, 4 de noviembre de 2019

IV Homenaje "Una vida, una flor"

Por 4º año consecutivo, familiares de las víctimas de la represión de posguerra hicieron posible un nuevo homenaje. Más familias, desde diferentes puntos del país, con más ganas de luchar y más cercanía que otros años. Fue, además de un homenaje a la memoria, algo memorable.
Miles de gracias a quienes hicisteis posible este homenaje y miles de gracias por la ilusión puesta en el proyecto.
Hasta pronto.

A continuación los diferentes textos y poemas relatados con fotos de Juan Rozas:

A veces los mejores espejos no son de cristal. De hecho, hoy podemos mirar alrededor para tener un buen reflejo de cómo la historia no es cosa del pasado.
Hoy mismo, desde aquí, podemos ver los restos del monumento a los caídos por España, retirado hace décadas de la plaza del Ayuntamiento, colindando con el muro que frenaba las balas que atravesaron a nuestros familiares. A unos cuantos metros, el lugar donde fueron enterrados.
Es como si no nos quisiéramos desprender de los vestigios. Es como si por miedo a que el franquismo vuelva a resurgir, no lo dejáramos marchar. Y entonces, como en la leyenda, luchamos contra el Leviatan con el silencio como arma, para no despertar al monstruo y su furia.
Y bajo tierra, aquí mismo, están quienes decidieron combatir al monstruo. Lo combatieron porque les daba más miedo el silencio que la muerte, porque prefirieron luchar contra el miedo, a vivir con él. Y no fue la muerte lo que les enterró, fue el silencio. Y por eso siguen aquí.
Porque hay quienes no gritan por miedo de que el monstruo despierte, porque hay quienes desean que el monstruo reine, porque hay quienes no quieren saber ni de ficción ni de realidad.

¿Pero saben qué? También hay quienes nos cansamos del cuento de tanto oírlo, hay quienes nos cansamos del silencio tenso, de la palabra escondida y la lágrima atada. Nos cansamos de creer que luchar es lo mismo que morir, porque quizás una vida sin lucha es una muerte en vida.
Habría que preguntarse de qué somos reflejo, nosotros. Si del miedo y el silencio que fusiló y enterró a nuestros familiares, o de la lucha por aquella vida que desearon regalarnos.

Hoy no solo rendimos homenaje a las 265 personas que fueron asesinadas al otro lado de este muro entre junio de 1939 y noviembre de 1940, sino también a todas aquellas personas y familias que lucharon por un sueño que no llegaron a vivir.

Porque os enterraron sin saber que erais semillas,
vuestras vidas brotan en nuestro recuerdo.

A la sombra de un majano, de Domingo de Pedro

Alguien trepó la tapia,
saltando raudo al corral, y aporreando la puerta de atrás,
esperó que alguien la abriera…
¡mucha prisa hay por entrar!

Sigilosa se abre esa puerta
por el miedo de... ¿quién será?
Y a la tenue luz de una vela
el hombre, aun somnoliento...
¡emocionado rompe a llorar!

Desde un rincón de la casa,
en total oscuridad,
una voz temerosa dice con miedo…
¡pregunta quien es, antes de desatrancar!
Nadie esperaba al hijo, que acababa de regresar.

Regresaba de una guerra,
por fin terminada ya,
pero en el bando de perdedores,
nada bueno se podía esperar,
y sin pasar mucho tiempo,
bien se pudo comprobar

-Madre, no abra esa puerta…
¡no es manera de llamar!

La gente que bien nos quiera
si tiene ganas de entrar
no llama de esas maneras,
estas, suenan de mala gente…
¡que seguro me quieren matar!

Rompiendo el cerrojo, entran,
cuatro matones armados,
que agarrando al muchahco a la fuerza,
cuesta arriba lo van arrastrando,
y entre groseras chanzas y burlas…
¡todos lo van humillando!

Había perdido la guerra,
sabía que el precio era alto,
pero engañosas palabras,
cual canto de sirena…
¡en su mente aun resonaron!

Aquellas vacuas palabras
pronunciadas por un felón,
y jaleadas por sus secuaces,
engañaron a buenas gentes…
que cándidamente fueron,
¡a caer frente a sus fauces!

La frase en cuestión decía:
Todo aquel que no tenga las manos manchadas de sangre
puede volver tranquilamente a sus hogares


Una de las asistentes, venidas desde Barcelona (nada menos) hizo una mención a las 13 Rosas leyendo un texto que ella misma escribió.

El Frente’, de José Moreno Villa

Éste es el frente; aquí no hay
el menor asomo de juego.
Ya no valen literaturas;
éste es el frente duro y seco.
Es la bala y el cuerpo humano.
Es la tierra y el cuervo siniestro.
Es la cabeza y es la mano.
Y es el corazón contra el hierro.
Es subir y bajar cañones
por lomas atónitas de miedo.
Es aguantar cuchillos y cascos
sin moverse del parapeto.
 
Es acompañar a los tanques
monstruosos en sus sondeos.
Es no beber y no comer
y no dormir un día entero.
 
Es salir con la frente alta
o en la lona del camillero.
El frío se cuela hasta el corazón, de Irene Fernández- Arévalo Díaz
El frío se cuela hasta el corazón. La lluvia cala hasta los huesos. Ya no sé si lloro o sangro...ya no me distingo. No me diferencio en vuestros ojos, soy parte vuestra, nos pertenecemos. Nuestra. Porque sólo el nosotros, sólo el nosotras da la fuerza; la fuerza da poder, si el poder quiere, y, queriendo, podemos hacer que grite el cielo, que baile el agua, que me mires a los ojos, y hasta que se levanten quienes yacen en las cunetas…

Que el miedo, en lugar de paralizarnos, nos haga salir corriendo, y que corramos tan rápido, tan rápido, que lo perdamos de vista.

Poema del olvido
EL OLVIDO ES UNA MUERTE QUE TE GOLPEA COMO UN RAYO,
UNA PESADILLA QUE NO SABE DEL DÍA Y DE LA NOCHE,
UNA LÁPIDA ESTERIL QUE CONTRADICE TUS OJOS.
EL OLVIDO ES UN ENORME CEMENTERIO, UNA SEMENTERA DEL CRIMEN.

EL RECUERDO NOS INVOLUCRA, NOS AMPLÍA, NOS DESDOBLA,
HACE DE LA MEMORIA UN VIGÍA INSOMNE
QUE LEVANTA EL MAPA DE TODAS LAS DERROTAS.
SI TE ESPANTA EL DOLOR
TENDRÁS AMNESIA DEL MAÑANA SI NO RECUERDAS MIS NOMBRES.

LOS RECUERDOS NO SON DOLOROSOS,
DOLOROSO ES CALLAR, SILENCIAR, AMORDAZAR,
EXPULSAR DEL CORAZÓN LA VIDA QUE NOS SUEÑA
ROMPER LA LECHE CONTRA LA TIERRA SIN NOMBRE
ENTERRAR A LOS VIVOS EN EL ESTAMPIDO DEL OLVIDO.

SOLO LOS MUERTOS NO GUARDAN RECUERDO DE LOS MUERTOS,
LOS RECUERDOS NOS ARMAN PARA INVENTAR REGRESOS
PARA NO SUCUMBIR A LA MEDIOCRE COSECHA DE LA CODICIA Y DE LA TRAMPA,
A LA ESCOMBRERA HEDIONDA DEL QUE AMASA MUERTE
HASTA HACER DE SU VIDA UN CEMENTERIO DE OQUEDADES.

LA MEMORIA HACE IMPOSIBLE SER MUERTOS VIVIENTES.
Y SABEMOS QUE NO HAY CANTO QUE SE SILENCIE SI EL SILENCIO HABLA.

ENCENDAMOS EL SOL CADA DÍA
PARA HACER EL PAN DE JUSTICIA
BAJO EL ÁRBOL DE LOS VUELOS,
LOS QUE SOMOS LIBRES, SIN PERMISO DE NADIE Y SIN DUEÑOS.
SI COMPARTIMOS LA PALABRA Y EL TECHO,
LA RESISTENCIA Y LA RISA,
JAMÁS MASTICAREMOS EL OLVIDO
NI CON LOS PÁRPADOS DE SOÑAR LA TIERRA


Extraido de De BoekVisual.com
Transitar por el pasado entre la memoria y el recuerdo.
Recorrer paisajes impregnados de emociones y anhelos.
Posar la mirada en los restos del olvido.
Reivindicar lugares ajenos como propios. Recuperar la belleza de lo que no ha sido hecho y deseado como tal sino creado por motivos ajenos a ella, por la necesidad y el trabajo, el azar y la modestia, la inocencia o la ignorancia.
Contemplar como el tiempo transcurre, se precipita imparable.
A la memoria de nuestros padres y abuelos condenados a un doloroso olvido. A los que no forman parte de la historia pero la construyeron a base de esfuerzo, sudor, sangre y lágrimas. A los perdedores, a los ignorados que no forman parte de la tradición como mentira compartida.


PARA LA LIBERTAD, de Miguel Hernández

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
** RECUERDOS CON MEMORIA**
Domingo de Pedro

Poco nuevo se puede decir,
que no se haya dicho hasta ahora,
de lúgubres enterramientos en fosas y cunetas,
con emocionantes palabras y versos...
de escritores y poetas!.

Pero hoy, de nuevo, nos unen RECUERDOS.
Un año mas ... -RECUERDOS CON MEMORIA-!!
RECUERDO de seres queridos,
que muchos no conocímos,
y por los que nuestros mayores, tanto han sufrido ;
grotescamente al hoyo arrojados,
yacen aun entre estas rojas tierras,
tras perpetrarse contra ellos, un akelarre de guerra ... -
-YA SIN GUERRA-!

MEMORIA, la que nos une en torno a sus historias,
historias de gentes humildes, leales a una idea,
que sin ser asesinos de nadie...
tras esperpénticos juicios, son abono en esta tierra,
tierra, que regada con su sangre,
pide PAZ en LIBERTAD... y todo lo que ello conlleva.

No debemos conformarnos con vernos año tras año,
decir aquí hermosas palabras, y no ver nada arreglado,
y ya es hora de reivindicar lo que todos aquí ansiamos......
enterrar dignamente a los nuestros ...
cada uno como queramos,
en cristiana sepultura, o de agnósticos ciudadanos,
separados o juntos, como años van estando !,
pero de manera digna, como lo que fueron... -
- HONRADOS E INOCENTES SERES HUMANOS-!.


Sentado sobre los muertos, Miguel Hernández (extracto)

Canto con la voz de luto,
pueblo de mí, por tus héroes:
tus ansias como las mías,
tus desventuras que tienen
del mismo metal el llanto,
las penas del mismo temple,
y de la misma madera
tu pensamiento y mi frente,
tu corazón y mi sangre,
tu dolor y mis laureles.
Antemuro de la nada
esta vida me parece.
Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte.

VENCIDOS, LEÓN FELIPE
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá «quedó su ventura»
en la playa de Barcino, frente al mar.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.
¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!
Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...




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