Por segundo año, nos reunimos en el cementerio de Manzanares, junto a las fosas comunes, familiares y personas que se han solidarizado con las víctimas. Fue un evento muy emotivo, que a pesar de doblar la cantidad de personas del año pasado no perdió esa cercanía y fraternidad que para nosotr@s es tan fuerte como acogedora. Además de quienes repitieron respecto al primer encuentro que organizamos, este año se sumaron familias de Manzanares y la comarca, además de otras que vinieron desde Jaén, Madrid y Barcelona, agradeciendo mucho ese esfuerzo por el viaje.
A continuación, os dejamos los textos que durante
el encuentro leímos como Memoria Histórica de Manzanares, si bien hay que destacar
que hubo emotivos textos de familiares, los cuales estaríamos encantados de publicar
si nos los enviáis.
Al final del artículo, tendreis acceso a un video que recoge cómo fue el evento que Rafael Gómez ha grabado y editado, estándole muy agradecido por el trabajo que ha hecho y por compartirlo.
La Guerra ha terminado. Estas palabras resonaron en el pecho de todo un pueblo un 1 de abril de 1939. La democracia, fue interrumpida y suprimida, al igual que la vida de muchos de quienes la defendieron. Y si la guerra cesó, continuó su lado más sombrío y atroz. En nombre de la justicia, con tribunales, sus jueces y sus leyes, exiliaron, apresaron, torturaron y asesinaron a quienes, decían, pretendían hundir España. La justicia era violencia, y la violencia era justa. Eran los vencedores, y con el derecho jurídico se creyeron con derecho a todo.
Los vencidos y su historia fue
silenciada y enterrada, literalmente. Y esa es la razón por la que les rendimos
homenaje. Porque sabemos que quienes aquí yacen, no son delincuentes, sino
personas a las que admirar porque defendieron con su vida la democracia, la que
tanto tardó y costó que llegase para que hoy podamos, por ejemplo, estar hoy
aquí reunidos, sin miedo, sin escondernos. Porque sabemos que sus juicios
fueron una farsa, al igual que las acusaciones, y nos indignan las mentiras que
sobre ellos vertieron. Porque su historia nos advierte de lo crueles que
podemos llegar a ser entre nosotros si el valor humano queda en segundo lugar y
de cómo, en nombre de la justicia, se pueden cometer los peores crímenes. Porque
al encontrarnos entre nosotras y nosotros, nos reconocemos en un dolor que nos
hace más fuertes y más fraternos.
Hoy no solo rendimos homenaje a
las casi 300 personas que fueron asesinadas al otro lado de este muro entre
junio de 1939 y noviembre de 1940, sino también a todas aquellas personas y
familias que lucharon por un sueño que no llegaron a vivir.
Porque os enterraron sin saber que
erais semillas, vuestras vidas brotan en nuestro recuerdo.
Brotes Republicanos, de Domingo de Pedro (nieto de uno de los
fusilados)
que ya nos contó Machado,
la República, pausadamente
rebrota,
la 3ª va germinando,
y germina con el abono generoso
de la sangre de nuestras gentes
que los fascistas asesinaron.
Con su dios y con su patria,
en sus banderas reflejados,
yugos y flechas, al pecho
bordados,
sembrando terror y muerte,
dejando todo a su paso triste y
asolado,
pero sin darse cuenta de un
hecho...
-dejaban el terreno abonado!.
Por la sangre republicana,
vertida en cunetas, fosas y tapias
,
continuamente brotan y brotan,
día a día, mes a mes, año tras
año,
fruto de la fértil simiente
sembrada,
por la mano canalla del fascio,
infinidad de jóvenes brotes...
-brotes democráticos
republicanos!.
el que a los nuestros damos,
sin buscar en ello venganza,
no queremos ni odios, ni reclamos,
pero, a pesar de lo que ha
llovido,
tampoco queremos el olvido...
-de nuestros muertos, aquí enterrados!,
Así, con todo nuestro amor,
sumado a nuestro respeto,
rendimos nuestro homenaje,
a los que yacen aquí enterrados,
sin olvidar que fueron
asesinados...
-tras unos juicios de esperpento
!.
Domingo
de Pedro
otoño del 17
Luis Carlos Aguirre
El silencio no inunda
no desata los ruidos
para que huyan campo afuera.
El silencio acumula diálogos
que no son,
despierta discursos
sin aplausos,
recomienda despedidas
sin partidas.
El silencio descuenta inventarios
a la muerte
y espera pacientemente
una interrupción.
Fosas Comunes – Yunque
Hay una fosa escarbada
por la garra de la fiera,
siempre por la misma tierra,
removida y olvidada
por la mano que siembra
de muerte la esperanza
de un pueblo que se niega
a la cadena de la dictadura
y a la bala que les someta
a ser gota esclava
de su devastadora tormenta.
Que tiemblen todas las fosas
llenas de sangre libertaria,
llenas de raices ansiosas
por retoñar en la memoria
de todas las madres orgullosas
de los hijos de una patria
que sepultaron bajo losas
los verdugos de la historia.
No , no fuimos soldados
ni hacedores de tinieblas,
éramos hermanos
defendiendo sus ideas
por violadores de conciencias,
contra carceleros que condenaron
a las cárceles de sus miserias
a guerreros descalzos
de poderes y riquezas.
Que llegue hasta esta tierra
nuestro grito revolucionario
y el aire libre de las alas
de cada corazón libertario
de la pluma firme de cada alma
que cubría en los sudarios
cada libertad enterrada
olvidada en los calendarios
pero
nunca exterminada.
SENTADO SOBRE LOS MUERTOS, de Miguel
Hernandez
pueblo
de mí, por tus héroes:
tus
ansias como las mías,
tus
desventuras que tienen
del
mismo metal el llanto,
las
penas del mismo temple,
y de
la misma madera
tu
pensamiento y mi frente,
tu
corazón y mi sangre,
tu
dolor y mis laureles.
Antemuro
de la nada
esta
vida me parece.
Aquí
estoy para vivir
mientras
el alma me suene,
y
aquí estoy para morir,
cuando
la hora me llegue,
en
los veneros del pueblo
desde
ahora y desde siempre.
Varios
tragos es la vida
y un
solo trago es la muerte.
ROMANCE DEL FUSILADO, Poeta
Anónimo
La
fuente que hay en la plaza
El
pueblo, ya no es el pueblo.
El
campo, ya no es el campo.
Las
callejuelas desiertas
envuelven
silencios largos,
y
todas las casas miran
con
sus ventanas de espanto.
Los
mozos... ¡si los hubiera!
Las
mozas... mejor no hablarlo.
Las
viejas, todas las tardes
vienen
a llenar sus cántaros
-los
españoles de luto
sobre
sus cabellos blancos-
y los
suspiros de pena,
el
aire van ensanchando.
¡Tragedia
del pueblo, pueblo!
¡Lástima
del campo, campo!
Y la
fuente de la plaza
llora
por sus cinco caños.
Tres
días, con sus tres noches,
le
fueron busca, buscando.
Tres
días con sus tres noches...
Le
cogieron la del cuarto.
Entre
dos guardias civiles
por
las calles le llevaron;
mirar
húmedo, de viejos,
le
iba siguiendo los pasos.
Erguida
la altiva testa,
a la
espalda las dos manos...
¡Quién
sabe qué lejanías
iban
sus ojos mirando!
La
compañera del preso
-los
ojos secos de llanto-
cantaba
una nana absurda,
estrujando
entre sus brazos
al
chiquitín de su amor:
"El
mundo está lleno de lágrimas,
la
vida llena de dolor..."
El
amanecer morado
iba
vistiendo de obispos
a un
horizonte de álamos.
Los
fusiles apuntaban
contra
el pecho proletario,
por
cima de sus cabezas
se
alzaba un puño crispado;
vibró
potente el supremo
cantar
revolucionario:
"¡Arriba,
parias de la tierra...!"
El
aire de la mañana
se
quebró en cinco disparos.
Aquella
Internacional
se le
secó a flor de labios;
en
medio del ancho pecho
cinco
claveles brotaron
y el
cuerpo cayó en la tierra.
Los
ecos se despertaron
y
recorrieron al pueblo,
¡Hoy
mataron a un obrero!
Dos
viejas se santiguaron;
un
hombre vertió blasfemias,
y una
mujer vertió llanto.
Los
cinco claveles rojos
ya se
estaban deshojando.
Zumbó
una mosca azul-verde...
Allí
mismo le enterraron.
Las
tapias del cementerio
le
contaban a los pájaros
que,
pegado junto a ellas,
un
hombre murió cantando.
Hasta siempre, de Jose Luis De
Gracia (bisnieto de uno de los fusilados)
Hoy
besamos esta tierra con nuestros pies
Porque
moristeis por no ver a nadie agachado
Os
traemos como ofrenda claveles y versos
Porque
en el pecho cargamos el llanto.
Que
os tenemos presentes a pesar del tiempo
Porque
vuestra lucha no fue en vano
Si
con pausa os nombramos uno a uno es
Porque
sois protagonistas de este relato
Y
familiares, amigos, amigas, compañeros, compañeras os decimos
Que
nos esperéis tranquilos, porque no os olvidamos.
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