El equipo de Mapas de Memoria de la Uned y la Universidad Complutense de Madrid busca los restos de 13 hombres, fusilados entre el 9 de julio y el 17 de agosto de 1940, en “5 sacas diferentes”. Es la primera exhumación de una fosa intramuros en Manzanares, donde están enterradas 255 personas
La exhumación de las víctimas del Franquismo enterradas en la fosa intramuros del cementerio de Manzanares empieza a dar sus frutos. El equipo de investigadores de antropología y odontología forense de la Universidad Complutense de Madrid ha hallado 4 cuerpos a dos metros de profundidad. Este sábado todavía no habían procedido al levantamiento de los cadáveres.
Aún no han encontrado evidencias de los traumatismos, pero Alfonso Villalta, coordinador del proyecto Mapas de Memoria de la Uned, señala que “por la posición y las circunstancias en las que han aparecido con mucha probabilidad son las personas que buscamos”. Tampoco han encontrado aún objetos de relevancia, como elementos personales.
Según los registros tienen que aparecer los restos de 13 hombres, que fueron fusilados entre el 9 de julio y el 17 de agosto de 1940. Según explica el coordinador de este proyecto que cuenta con financiación de la Diputación de Ciudad Real, que está implicado en la exhumación, “fueron arrojados a la fosa en 5 sacas diferentes”.
La mayoría procedían de Manzanares, aunque también hay personas de La Solana y de Membrilla. Las edades son muy variadas, desde los 27 años hasta los 60. Y entre ellos había desde jornaleros y campesinos a ferroviarios y albañiles. Todos fueron ejecutados tras pasar por juicios sumarísimos sin garantías legales.
La lluvia retrasa los trabajos arqueológicos
Los trabajos, fruto de un convenio entre el Ayuntamiento y la Junta de Comunidades, comenzaron el lunes 7 de marzo y siguen según lo previsto, aunque han tenido algún retraso debido a las inclemencias climatológicas. La calima no les afectó, pero sí la lluvia, que algún día hico “imposible” las labores arqueológicas. La previsión es que continúen durante todo el mes.
Por otra parte, los antropólogos de Mapas de Memoria están centrados en la búsqueda de familiares. En un principio tenían localizadas las familias de 3 víctimas, según explica Villalta, “uno de los motivos por los que comenzó el proceso”, y en los últimos días han localizado a 5 descendientes más. Sobre los 5 restantes hay “datos parciales”.
El experto señala que “en muchas ocasiones, las familias tuvieron que salir de la localidad después del asesinato”, lo que hace mucho más difícil la búsqueda. Muchos acabaron en Madrid o en el Levante. La distancia y el paso del tiempo, 80 años, dificulta la recuperación de la memoria.
Un punto de partida para abrir todas las fosas
Tras la exhumación de las fosas extramuros de Manzanares, que corrió a cargo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), la apertura de la primera fosa intramuros supone un punto de partida para la exhumación de todas las víctimas. Alfonso Villalta destaca que “el interés de Mapas de Memoria y de los familiares es que sea la primera fase de otras para la exhumación del resto de fosas”.
Las condiciones en las que están las fosas les hace ser optimistas, porque normalmente los arqueólogos tienen que lidiar con dos problemas. Por un lado, explica Villalta, “hay que tener en cuenta que hacer desaparecer un cuerpo en un cementerio es sencillo, porque el traslado de restos es una dinámica constante con el paso del tiempo”.
El segundo problema es que en muchas ocasiones las fosas están cerca de enterramientos normales, que se pueden ver afectados si hay una exhumación. Sin embargo, Villalta señala que “en la fosa número 1, la primera en intervenir, por la facilidad de acceso, tenemos la certeza de que no ha habido desplazamiento” y no da a otros enterramientos. Todas las fosas están localizadas en un cuadro del cementerio.
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