Poemas
del libro Amargo regusto. Prosa y Versos para el Recuerdo de la Memoria
de SERGIO SIMÓN
ILUSIÓN NIÑA
PRENDIDA
Por el vientre
de la llaneza nace,
labriego niño de
esperanzas dueño,
en la cuna de la
pobreza yace,
el callo de un
jornal mece su sueño.
Si ríe cualquier
hambre se evapora,
paternos sudores
llenan las sopas,
papilla de
esfuerzo que se elabora,
a amargos tragos
en vacías copas.
Sus nácares en
brotar no hacen tarde,
el mundo cabe en
caja de cerillas,
ilusión niña que
en el mañana arde,
ceniza abona el
surco que aran trillas.
Labranza hace
que niñez se derrumbe,
sembrado
infinito por horizonte,
la llana mirada
yerma de cumbre,
frustra su sueño
que vive en el monte.
Jornadas de
espigas, trilla y terrones, que sosiegan el
vacuo costalillo,
los campos de
trigo cuan batallones,
la hoz degüella
al soldado amarillo.
Jofaina de paja
y el sol de escudero,
gotea la frente
empapando el suelo,
señala tierra
que marca el sendero,
en comparsa al
entierro de un anhelo.
NIÑEZ Y GUERRA
Niñez y guerra
razón bombardea,
candidez ungida
en pólvora y pena,
lactante
infierno por cuna pasea,
y en su visita a
la raza condena.
Los niños,
diminutas oquedades,
de luz entre
escombros de una miseria,
vergel entre
eriales de crueldades,
espontánea risa
ante estampa seria.
La risa entre
nanas de sangre y fuego,
sólo silencian
ante obús en estruendo,
niños a los que extirparon el juego,
y en yugo de entorno ellos siguen riendo.
Coleccionan las vainas de metralla,
y esconden al rugir de sirenas,
grita el espacio que alegría acalla,
aullidos liberan hordas de penas.
Adultos niños en cuerpos menudos,
hombres hechos a golpes de culata,
víctimas de corazones con nudos,
que ahorcan sus sueños de forma ingrata.
¿Quién pone el cepo a la risa de un niño?,
amputando en alma su tierna infancia,
privándonos de ese inocente guió,
haciendo infinita su corta distancia.
Sentid lo que ha de sentir ese crío,
cuando la luz de su llama se apaga,
mirada muerta cuan telón umbrío,
semblante sin brillo que sombra traga.
Diréis que lícita es canallada,
que a la inocencia le siega las alas,
el alma languidece desgarrada,
por plomo de vuestras malditas balas.
Hablad con las madres huérfanas de hijos,
os maldecirán desde sus entrañas,
mujeres que el rencor hizo amasijos,
de odio, despojos de viles hazañas.
Si ya sé que tu entraña está podrida,
pues el odio agrietó tu alma anodina,
hiciste un barbecho de amor en vida,
tu existencia ahora insomne camina.
Niñez y guerra, sentir sin sentido,
amor y odio, imposible, pero cierto,
triste enlace por hombres concebido,
mata al mundo y sólo habitará muerto.
POETAS Y GUERRA
La herida tierra escupe a borbotones,
sangre que afina voz de ruiseñores,
desde sus entrañas nacen legiones,
que se baten en su lecho de horrores.
Desde sus aladas plumas se elevan,
melodías que suenan entre llantos,
sonajeros que entre ráfagas llevan,
haz de sosiego en tormenta de espantos.
El poeta se hace pájaro en guerra,
alzándose donde el hombre no llega,
ve la sangre que brota de la tierra,
y con versos de esperanza la riega.
En la oquedad de la tormenta vuela,
y el hálito de sus alas resuena,
sonríe el sol que entre briznas se cuela,
destella risa que al trueno serena.
Vuela en la tormenta y despierto sueña,
vuela y sus libres versos aletean,
vuela que la orbe se queda pequeña,
cuando los cielos de pena bizquean.
El silencio de un fusil el canto quiebra,
enmudece el cielo, en pausa desespera,
la tierra amiga por garganta enhebra,
poesía de libertad pregonera.
No hubo estrella cautiva en el firmamento,
Ni se alzó jaula alguna en el universo,
¿Quién pretende encerrar el viento,
que conduce en su lomo el libre verso?
Poema escogido y leído por José Luis Bellido de JUAN CARLOS VALLE (KARLOTTI)
Karlotti nació en Maside (Lugo). Poeta, viajero, agitador, siempre en una órbita de vanguardia, lúcida y militante, abrazado a la esencia de la vida descalza y libérrima. Formó parte de movimientos políticos y literarios de León y Valladolid. Marinero de agua dulce, juglar, poeta, clandestino, santo y seña de una generación perdida.
Este poema profundiza en los sentimientos producidos por la memoria de todas las víctimas represaliadas de una forma sensible y sin concesiones, y lo he elegido porque creo que es el sentimiento que marca el camino de los hombres y mujeres que forman parte de las Asociaciones para la Recuperación de la Memoria Democrática.
Sus poemas han sido recitados en muchos encuentros parecidos a éste en Aragón, Castilla León, Galicia…
POEMA DEL OLVIDO
El olvido es una
muerte que te golpea como un rayo,
una pesadilla
que no sabe del día y de la noche,
una lápida
estéril que contradice tus ojos.
El olvido es un
enorme cementerio,
Una sementera
del crimen.
El recuerdo nos
involucra, nos amplía, nos desdobla,
hace de la
memoria un vigía insomne
que levanta el
mapa de todas las derrotas.
Si te espanta el
dolor
tendrás amnesia
del mañana,
si no recuerdas
mis nombres.
Los recuerdos no
son dolorosos,
doloroso es
callar, silenciar, amordazar,
expulsar del
corazón la vida que nos sueña
romper la leche
contra la tierra sin nombre
enterrar a los
vivos en el estampido del olvido.
El asesino se
especializa en la memoria de sus pasos
Las víctimas
solo viven si las hospedas en tu recuerdo
Nuestros muertos
nos visitan con las manos llenas
¿Qué sería sin
su memoria esta tarde tan larga?
Sin la memoria
de los que nos preceden
en los adorables
naufragios,
seríamos
marineros sin barcos,
sin rónseles en
los ojos
ni flores de los
vientos en los ojales del alma.
Y levantarte
cada día como si el mundo te llamara
y no como un
paria expulsado de la vida.
Sólo los muertos
no guardan recuerdo de los muertos
Los recuerdos
nos arman para inventar regresos
para no sucumbir
a la mediocre cosecha de la codicia y de la trampa,
a la escombrera
hedionda del que amasa muerte
hasta hacer de
su vida un cementerio de oquedades.
La memoria hace
imposible ser muertos vivientes.
Y sabemos que no
hay canto que se silencie si el silencio habla.
Encendamos el
sol cada día
para hacer el
pan de justicia bajo el árbol de los vuelos.
Los que somos
libres, sin permiso de nadie y sin dueños
si compartimos
la palabra y el techo, la resistencia y la risa,
jamás
masticaremos el olvido
ni con los
párpados de soñar la tierra.
Juan Carlos Valle (Karlotti)
Muchas gracias a todas las personas que colaboraron y asistieron a este acto que tanto significa para nuestro colectivo.